
Día 1
La noche ya cayó sobre el campamento, estoy mirando el techo de mi tienda de campaña, he apagado mi farol de carburo puntualmente a las 21:30 hs. , como indica el reglamento, es el final del primer día de campamento, mi padre insistió que viniera. ¡My God! maldita tradición militar de los Days, a estas horas estaría con Tommy y Harry, recorriendo Picadilly, bebiendo de la mejor cerveza de malta de toda Inglaterra, maldita sea, todo esto es por culpa de mi Tío Brandon, perdió toda su fortuna en los dados, ahí llegó la sentencia del abuelo Charly mirando a sus nietos dijo:“Ya vendrán best Days”.
Por eso ante la carta de su amigo de armas el Coronel Baden Powell, me ha enviado a mí y a mi hermano Tommy, aquí a este maldito peñón perdido en medio del Mar del Norte.
He sabido de una antigua colonia Inglesa en el caribe, llamada Jamaica donde podrían haber organizado un campamento condenadamente mejor, cuentan que el ron de esa zona es de lo mejor, en cuanto al tabaco que fuman allí no hay muchas precisiones, los datos son algo incoherentes, por suerte he podido traer de contrabando un paquete de Big Ben mentolados.
Hoy ha sido un día muy ajetreado montando el campamento, y mañana no lo será menos, aprenderemos a seguir rastros de conejos en la campiña, para proveernos de nuestra cena, la especie de estos animalillos que prolifera en la isla es la llamada Milanga, la forma de atraparla es poniendo un cebo entre dos panes que puede ser tomate o lechuga o bien ambas, no estamos muy seguros de como cocinarlo, si llegáramos a atrapar uno, un escocés de la patrulla Toros, un tal Mac Donald, dice que nos prepararía un menú por solo unos peniques.
Pero ¿por qué debo preocuparme por esto?, demonios. Un Coronel Inglés, héroe, adinerado y soltero, ¿qué hace en esta Isla?, seria más lógico encontrármelo en Picadilly acodado en una barra, brindando a la salud de la Reina.
Además se esta consumiendo la vela y... mierda me ha entrado unas tremendas ganas de orinar, ni sueñen que iré a los orinales al otro extremo del campo, para algo servirán esas malditas canaletas que nos han hecho cavar alrededor de la tienda de campaña...
Continuará