
Hoooolaaaaaaaaa Chacho:
Estoy a las corridas pero no quería dejar de escribirte desde la apasionante Montevideo, capital Interplanetaria del Carnaval, ya a punto de partir al viejo continente. Estuve leyendo algunos mensajes que dejaron los muchachos lectores en relación a mi anterior mensaje en el que relaté mi escapada de la vieja casa de la calle libertad y mi encuentro contigo no sin corridas mediante.
Quisiera que ese tal Caballito de Batalla que me confunde como participante en oscuras actividades pruebe de lo que me acusa en la Corte Nacional de Honor. Yo no conozco a Lugones, ni a Escatuez, ni a Sandaoz y jamás me hice pasar por Estanislao Tacuarí. Mucho menos he dejado oir mi tambor en homenajes a Comisarías a pesar que muchos me confunden con otro bronce parecido al mío pero con otra alma que dicen verlo en alguna comisaría de la Ciudad de Buenos Aires. Son todas patrañas Don Silvio soy un noble muchacho de bronce, mezcla de cobre, zinc y estaño, si del mismo estaño con que revistieron cantidad de mostradores de bares de antaño.
Un párrafo aparte para el que se da en llamar Refutador de leyendas y que cree ensuciarme cuando maliciosamente me relaciona con el compañero Tula, maestro del parche, con quien más allá de sus preferencias políticas, logramos inscribir en el acerbo musical, obras de alto nivel interpretativo. Atrás quedaron partituras como "Variaciones de Cantad Muchachos" para tambor, redoblante, erke y bodhram, y la inolvidable "Buscad en la Manada" con arreglos para Bombo, tumbadoras, marimba y silbato e' arbitro. Puedo seguir con una larga lista pero quiero dedicarle un redoble especial a Don Venancio Gigena Garcés que hizo su apuesta a la esperanza cuando en su mensaje del 27 de enero llamó vivamente a creer. Que raro Don Silvio!!! Yo siempre creí y mucho más en los amigos Boy Scouts que me dieron abrigo y compañía. Todavía resuena en mi corazón la interpretación que hicimos con la banda lisa de la Compañía Coronel José Aipurúa, allá en Venado Tuerto, a donde concurrimos por invitación del Maestro Scout Don Vicente Saturnino Hilton, hijo e' gringos e impulsor de las cuestiones scouts por aquellos pagos. Alguna vez le contaré cosas interesantes de aquel maestro scout pero ahora quiero volver al momento que interpretamos la marcha "Avenida de las Camelias" y al sonar de treinta tambores, quince redoblantes, ocho trompetas y un trombón desfiló toda la Compañía con sus uniformes impecables, posteriormente las fuerzas vivas: los integrantes del Cuartel de Bomberos "Cabo J.J. Menditegui" (creador de la primer manguera elástica quien murió de agotamiento tratando de averiguar cual era la máxima elongación que podía alcanzar su invento), el Liceo Provincial de Señoritas Nro: 6 "Teresa Roncagliolo de Brunstein" (maestra como pocas que creó el método de lectura al voleo mas tarde utilizado por una reconocida editorial para editar los Resumenes Lerú), el Colegio Nacional "Domingo Faustino Sarmiento" (demás está decir) y finalmente miembros de la Cooperativa Agraria "La Insuperable" en cuyas instalaciónes desarrollaba las actividades la Compañía de Boy Scouts. Es así Don Silvio, mi cuerpo es de bronce pero mi alma, mi alma esculta.
Y bueno estuve por Montevideo como le decía y muestra de ello es la foto que comparto. Me fui a principios del Carnaval y me metí a templar el cuero del tambor en las Llamadas donde morenos y blancos no paramos de batir el parche por más de un mes. Una cuerda completa de tambores, "chico", "repique" y "piano" y yo con mi tambor acompañando. Para mí que salí pocas veces de Barrio Norte fue algo increíble Don Silvio!!!. Meta tambor y desfile. Me contaban que antes era aún mejor. Vio Ud. Don Silvio que siempre tiempos pasados fueron mejores, al respecto tiempo atrás escuchaba la conversación de dos muchachos quienes salían de la Casa Scout y a la par de mi pedestal decían que mejor era antes de la Unidad. La nostalgia no es buena consejera y mire quien se lo dice. Lo que pasa es que no hay nada mejor que andar con un ojo en el presente y otro en el porvenir Yo no soy quien para meterme pero me parece que antes era mejor porque había alegría por todas partes y sobre todo había confianza y respeto entre todos. Bueno, pero volviendo al Carnaval lo importante que la pasé bárbaro. Me duelen aún los brazos de tanto batir el tambor, porque se puede estar jodido pero a la vez contento. Lo dejo Don Silvio, porque como le dije antes estoy partiendo para las europas y no dude que va a seguir teniendo noticias mías. Borracho pero con flores vuelvo, borracho pero con flores ando. Chau, chau, chau, chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
Tambi" Tacuarí