lunes, 21 de septiembre de 2009

SIGNOS DE UN REGRESO QUE DA MIEDO





Todos Sabiamos que iba a volver tarde o temprano. habia dejado un agujero muy grande en las espectativas de muchos, hemos vuelto despues de varios asados y algunos litros de suero. hemos tardado, si es cierto pero el espíritu es el mismo, pa´los descreidos, pa´los intolerantes, pa los bobos de siempre...eso palos.
Nosotros volvimos Él ¿volverá
?


TOMANDO UN MATE
La diferencia entre el rumor, la noticia, y los signos…

(…) “Un día extraño, más extraño que los días extraños”… Signos de un regreso…

Allá en un rancho de la pampa santafecina, amanece Don Venancio un poco intranquilo. No ha salido el sol todavía pero hay algo raro en el ambiente que inquieta al Tata de Don Escota.
Ensilla unos mates, come una galleta, y ya con el sol alumbrando, calza su facón y se dirige al monte de talas. El aire está pesado entre las ramas, hay un silencio demasiado extraño, ningún pájaro canta, no se escucha el ronroneo del Carcarañá. Don Venancio llega a lo profundo del monte, y allí su pecho se oprime : un viento caliente, que viene del sur, comienza a hablar una palabra que estremece, filtrándose entre las espinas se escucha un lastimero VUUUELVEEEEE… VUELVEEEEEEE….
El viejo gaucho, con su facón en la mano y los oídos aturdidos por el sibilar siniestro, se retira prudentemente. El cielo se pone gris. Dos chimangos revolotean sobre su cabeza.
El acontecimiento amerita un trago y Don Venancio se dirige al almacén, mirando de vez en cuando para atrás. Entra al pueblo y comienza a observar extraños signos en el ambiente: los tendederos rebozan de ropa íntima de mujeres, y las chinas se muestran alborotadas, calenturientas, sobándose las partes de cara al viento…; hay grupos de paisanos que discuten en voz baja en las esquinas, acaloradas discusiones entre gente amiga y templada en la discreción. Parece que una controversia feróz se instaló entre personas cercanas.
Sirve la segunda ginebra el pulpero, y recién allí se anima a dirigirle la palabra a Don Venancio: “-¿supo Usted lo que encontraron en lo del vasco Arrastralagarcha?-“….
Por la tarde el Tata se apersonó en lo del Vasco, y uno de los hijos, con mucho temor, lo fue guiando hacia el río, a un nido de biguá: allí entre medio de varios huevos naturalmente blancos había ya roto un enorme huevo negro! Y unos metros más allá, entre unas totoras, se presenta un nefasto animal! : cuerpo de biguá, tremendos ojos de lechuzón, cola de zorro y terribles uñas de carancho!. Un pucho de tabaco negro humeaba en su pico…
“- Ahijuna la Lobuna, es un BASILISCO!!!-“ dijo don Venancio, y reculó ante el graznido agudo del fenómeno; el vasquito ya se había perdido entre la polvadera de su huída. El viejo, con su profunda mirada, observó las 10 uñas de la “cosa”, y vió con asombro que dos de sus uñas estaban cortadas, como si la tapa de una lata se las hubiera cercenado….
El viejo gaucho caminó por la orilla del Carcarañá, meditando ante los sucesos que transcurrían. Se detuvo a la orilla bajo un sauce, y las ondas del río trajeron hasta sus botas una inédita botella con un mensaje adentro. Se le achicó el alma al viejo gaucho, pero con valentía destapó la botella para leer el gris y anónimo mensaje de letras góticas: “ ¿ESTAS PREPARADO PARA EL DÍA DE MI VUELTA? “.
Don Venancio reculó tres pasos,y un gran retorcijón despertó en sus tripas, y allí nomás se vió urgido a desgraciarse entre los yuyos…, sintió como que despedía lava y sorpresivamente fue impelido a meniar las nalgas verticalmente y brevemente hacia la derecha…
Aturdido miró el fruto de sus entrañas y allí vió la firma humeante del mensaje: una tremenda “ J ” encendida que se hizo braza y se quemó en su propio ardor!
Con el culo ardiendo el gaucho emprendió rauda retirada . Dos caranchos lo miraban desde un eucalipto seco, y una bandada de loros barranqueros le revoloteaba encima y hablaban en lenguas antiguas…
Ya entraba la tarde y era necesaria otra ginebra. Retorna al pueblo y vuelve a sentir ese clima de controversia entre las familias y los amigos. El almacén está lleno. El tute y el truco han dado paso a discusiones. En medio de la sórdida reunión aparece el curita Carlos con una alcancía de Cáritas, pide una granadina, y se para sobre una silla pidiendo silencio, y dice:
“- LA REDENCIÓN ES MÁS VALIOSA A LOS OJOS DEL SEÑOR, CUANTO MÁS GRAVE HA SIDO EL PECADO Y MÁS SINCERO EL ARREPENTIMIENTO. QUIEN NO HA SIDO TENTADO, NO ESTÁ CERCA DE LA SALVACIÓN. VOLVIENDO DEL PECADO, VOLVEMOS A LA CASA Y ESO ES BUENO A LOS OJOS DEL SEÑOR. Salud paisanos! , estuve claro no? Ya saben que es lo que tienen que hacer! –“
El gauchaje dijo: “- Aaajá ¡!–“ y todos miraron muy fijo el fondo de sus vasos.
“- ¿Qué le serviste al curita?-“ dijo Don Venancio. El almacenero contestó “- Me han cambiado las escrituras! –“ . “- Está hediondo de confusión este sotanudo –“
El Tata de Don Escota retornó para el rancho, ya menos confuso. El aire seguía pesado y extraño. Había que ir acostumbrándose, quizás otros SIGNOS se harían presentes, pero ya sabía el viejo astuto de qué lado soplaba el viento…
Continuara???


EL OJO DE PEPÓN QUE NUNCA DUERME